1. El Blasón de las Ocho Aspas Doradas: Ocho Siglos de Honor y Resiliencia
Los símbolos actúan como anclajes semióticos de la identidad y los valores, perdurando a través de los siglos como testigos silenciosos de la historia de una institución. Son un lenguaje visual que comunica misión, origen y propósito. Para comprender la esencia de la Université Saejee Paris, es imperativo analizar primero el origen y el significado de su matriz heráldica: el escudo de la familia Orueta, una crónica de casi un milenio que narra una historia de valor, adaptación y victoria intelectual.
La crónica familiar sitúa el origen del escudo en el fragor de la Reconquista. Según los anales del linaje, el 30 de noviembre de 1227, día de San Andrés, un ancestro recordado como Pedro de Orueta marchaba junto a 499 hidalgos vizcaínos en la decisiva toma de la ciudad de Baeza. Su valentía en el campo de batalla fue tan notable que atrajo la atención del propio monarca, Fernando III el Santo. En un acto de reconocimiento real, el rey emitió un decreto que inmortalizaría su gesta:
"Por vuestra valentía en la toma de Baeza, os concedo el derecho de portar ocho aspas de oro, cruz del santo mártir Andrés, en vuestros escudos."
Aunque la primera presencia documental del apellido en Oñati data del siglo XV, esta leyenda fundacional constituye el pilar narrativo del linaje, un testamento del honor que ha inspirado a generaciones.
Cada elemento del escudo Orueta es un capítulo de su historia y un pilar de su código ético. El análisis de su heráldica revela un profundo sistema de valores que ha guiado al linaje a través de los siglos:
• Gules (Rojo): El campo del escudo simboliza la sangre derramada en combate, pero también la fortaleza inquebrantable, el valor y la pasión que definieron a sus portadores originales.
• Faja de Oro: Representa la coraza del guerrero, un símbolo de protección y honor. Su metal precioso alude a la nobleza y a la pureza de la causa defendida.
• Azur (Azul) de la Bordura: El color que enmarca el escudo representa la justicia, la lealtad y la verdad, valores que trascienden el campo de batalla y se instalan en el núcleo de la conducta familiar.
• Ocho Aspas de San Andrés: Este es el elemento más distintivo. Las ocho cruces doradas no solo conmemoran la fecha de la victoria, sino que actúan como un sello del favor real y un recordatorio perpetuo de su participación en una gesta histórica.
A lo largo de los siglos, el linaje Orueta demostró una notable capacidad de adaptación, transformando su capital de honor marcial en un formidable capital intelectual. La espada dio paso a la pluma, y el campo de batalla a las aulas y los salones del saber. Figuras clave como Domingo de Orueta y Aguirre, fundador en el siglo XIX de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y de la revolucionaria Asociación para Estudios de la Mujer en 1887, encarnaron esta transición. Más tarde, Ricardo de Orueta Duarte llevaría el legado familiar más allá de los Pirineos, estableciendo un primer y profético vínculo con París al estudiar en la capital francesa.
Esta metamorfosis del capital marcial en capital intelectual sentó las bases para la supervivencia del linaje en la era moderna. Sin embargo, para que esta herencia tuviera un valor indiscutible en el siglo XXI, debía trascender la crónica familiar y ser validada por la única autoridad capaz de conferir legitimidad irrefutable: el Estado. Su victoria no estaría completa hasta que el honor ganado en el campo de batalla fuera sellado en el Boletín Oficial.