1. Nuestro Fundamento: Un Legado de Propósito, No de Privilegio
En un entorno educativo cada vez más mercantilizado, tener un propósito institucional arraigado en la historia es la ventaja estratégica más poderosa. El ADN de la Université Saejee Paris no se forjó en salas de juntas, sino en el crisol de la resiliencia, acosada tanto por el terrorismo como por la discriminación burocrática. Esto nos otorga un mandato irrenunciable: priorizar el impacto social sobre el lucro.
El linaje Orueta, alma de nuestra institución, remonta su lema de "Honor y Conocimiento" a la conquista de Baeza en 1227. Sin embargo, fue la "fundación silenciosa" de 1992 la que definió nuestro propósito moderno. Esta fundación no fue una iniciativa empresarial, sino una respuesta directa y valiente al terrorismo de ETA. El asesinato de José María Pérez López de Orueta el 31 de octubre de 1980 no solo fue una tragedia familiar, sino el catalizador que transformó una herencia de honor en una misión de resistencia. En ese contexto, la educación se convirtió en la única arma posible para construir un futuro frente a la destrucción. Como reflexionó uno de nuestros fundadores, José María Orueta Ariznabarreta:
“Nuestros ancestros lucharon con espadas en Baeza. Nosotros luchamos con silencio en Euskadi. Ambas requirieron coraje, ambas dejaron cicatrices.”
Esta historia de origen nos impone un mandato institucional ineludible: priorizar siempre el valor humano y social. No somos una institución más en el mercado; somos la encarnación de una victoria del conocimiento sobre la violencia y la burocracia. Este propósito fundacional es la base sobre la que hemos diseñado una arquitectura educativa única, concebida para llevar nuestra misión de impacto a una escala global.